Diego Maradona hizo su debut en la Copa del Mundo en 1982, pero fue en 1986 cuando se consagró. Su actuación excepcional llevó a Argentina a la gloria, y Maradona se convirtió en el Pibe de Oro, conquistando el mundo con su magia en el campo.
En el Mundial de 1986, Maradona protagonizó dos momentos icónicos en el partido contra Inglaterra. La "Mano de Dios", un gol controvertido, y el "Gol del Siglo", una carrera épica a través de la defensa inglesa, consolidaron su estatus como un virtuoso del fútbol.
Maradona lideró a Argentina a la final de la Copa del Mundo de 1990 en Italia. Aunque no lograron el título, su actuación brillante destacó su habilidad para llevar a su equipo a lo más alto, incluso en circunstancias difíciles.
En 1994, Maradona experimentó altibajos. Aunque fue suspendido por dopaje, su legado en los mundiales seguía siendo extraordinario. La ausencia de Maradona en el campo dejó un vacío, pero su influencia perduró.
Maradona no solo fue un jugador excepcional, sino también un líder y una inspiración. Su legado continúa influyendo en generaciones de futbolistas y fanáticos. Su contribución al deporte va más allá de los títulos; es una historia de resiliencia, pasión y determinación.
Aunque Diego Maradona falleció en 2020, su impacto sigue vivo. Su cumpleaños, el 30 de octubre, se celebra como el Día del Futbolista en Argentina, recordando su contribución al fútbol.
Maradona anotó 8 goles en mundiales, pero su impacto va más allá de las estadísticas. Su habilidad para liderar a su equipo y su destreza técnica lo convierten en uno de los mejores jugadores de la historia.
