Mágico González, de los futbolistas más reconocidos quien es nombrado de cuna como Jorge Alberto González Barillas, es considerado uno de los mejores futbolistas de la historia de El Salvador y un ídolo para los salvadoreños, nació el 13 de marzo de 1958 en San Salvador, la capital de El Salvador, y se convirtió en un jugador icónico en su país y en América Latina.
Desde joven demostró un gran talento y pasión por el fútbol, comenzó a jugar en equipos locales como el Atlético Marte y el Independiente Nacional. A sus 16 años, hizo su debut profesional en el equipo del Atlético Marte, y rápidamente se convirtió en una figura destacada en el campo de juego.
El estilo de juego de Mágico era único, pues era un jugador con habilidades técnicas capaz de esquivar a varios defensores con facilidad y hacer pases precisos que dejaban a sus compañeros en posición de marcar esperando el momento de tener el balón. Era conocido por su creatividad y su capacidad para marcar goles, lo que lo convirtió en un jugador muy popular entre los aficionados al fútbol.
En 1978, Mágico fue convocado a la selección nacional de El Salvador para disputar la Copa del Mundo en Argentina. Fue el primer salvadoreño en jugar en un Mundial y, aunque la selección no pasó de la fase de grupos, logró impresionar a los espectadores con su habilidad y talento en el campo de juego.
Luego del Mundial, Mágico se unió al Cádiz CF, un equipo español de la Primera División, durante su tiempo en el Cádiz, demostró ser uno de los mejores jugadores de la liga y fue muy querido por los aficionados del equipo, se convirtió en una leyenda del club, y sigue siendo recordado como uno de los jugadores más emblemáticos en la historia del Cádiz.
Era conocido por su personalidad extravagante fuera del campo, debido a que en sus tiempos libres disfrutaba de la vida nocturna y de las fiestas, se encargaba de llamar la atención y a menudo era visto conduciendo autos deportivos y asistiendo a eventos sociales, lo que lo convirtió en una figura popular en la sociedad española.
Mágico se mantuvo enfocado en su carrera como futbolista y siguió demostrando su talento en el campo de juego, incluso se rumora que en ocasiones decía que era mejor que Maradonna. En 1983, regresó a El Salvador para jugar en el FAS, uno de los equipos más importantes del país. Durante su tiempo en el FAS, ayudó al equipo a ganar varios campeonatos nacionales y se convirtió en un ídolo para los aficionados del equipo.
A lo largo de su carrera también jugó en equipos como el CSD Municipal de Guatemala, el Montpellier de Francia y el Once Municipal de El Salvador, siempre fue un jugador muy querido por los aficionados y respetado por sus compañeros de equipo y rivales.
Después de retirarse del fútbol profesional en 1998, Mágico se dedicó a entrenar a jóvenes jugadores en El Salvador y a trabajar en proyectos benéficos para ayudar a los demás.
Explora la carrera brillante de Yayá Touré, desde su impacto en el FC Barcelona hasta sus contribuciones a nivel internacional. Este artículo ofrece una mirada detallada a sus logros, destacando su legado en el mundo del fútbol.