Parce le guste o no, el ladrido es la forma en la que el perro se comunica con otros animales y con las personas. También es importante tener claro que algunas razas ladran más que otras.

Lo primero que debe entender es que el ladrido, al ser la expresión vocal del perro, es normal y se puede hacerlo por cosas tan sencillas como la alegría de verlo llegar a usted a la casa, escuchar el timbre, ver la puerta abrirse, jugar con otros perros e incluso ver un insecto pasar.

Es posible que el ladrido de su mascota, también obedezca a razones que no son tan comunes, pero que hacen parte del comportamiento característico de cada raza, como el pastoreo, la caza y en algunos perros cuando tienen el instinto de vigilancia muy desarrollado.

Hasta ahora todo es normal y está claro que el ladrido es inherente a los caninos. Entonces, parce relájese porque ya sabes cuáles son las causas que pueden generar ladridos ocasionales en su perro y que no tardarán más de unos minutos.

Preocúpese si después de leer esta nota, se da cuenta que su mascota ladra porque sí y además lo hace de forma excesiva. Un perro latoso puede traerle muchos problemas. No solo es molesto para usted y su familia, también sus vecinos.

Parce, si su amigo de cuatro patas ladra y ladra sin parar y ya descarto las causas antes mencionadas, ya debe dejar de considerarlo normal y prestarle la atención que merece.

Hay muchas causas que llevan a un perro a ladrar en exceso. Puede ser por estrés, si usted no está cubriendo las necesidades básicas de su mascota; por aburrimiento, cuando lo deja encerrados más tiempo del debido; por enfermedad, cuando están sintiendo alguna molestia o dolor; por miedo, sobre todo en perros que han tenido una experiencia traumática; y una mala socialización con su entorno, las personas y otros animales.

Qué puede hacer

• Si el ladrido de su perro está dentro de lo que se puede considerar normal, evite acudir de inmediato al lugar donde está su mascota ni mucho menos lo mime o lo premie, porque así refuerza este comportamiento y le hace creer que es la única forma de conseguir su atención y en el futuro será más difícil corregir este comportamiento.

• Enséñale con ayuda de estímulos y comandos específicos en que situaciones no debe ladrar, por ejemplo, en un restaurante petfriendly. Recuerde que para que funcione debe repetírselo una y otra vez, pues lo más seguro es que su mascota no aprenda con el primer intento. Si logra enseñarle a que permanezca sentado o acostado, con estas posiciones controlará mejor los ladridos.

• Usted es consciente de que su perro lo hace porque es demasiado sedentario, tenga en cuenta que eso le causa aburrimiento o depresión. Préstale mayor atención, juegue con él y salgan a caminar e incluso déjelo jugar con otros perros. Así quema toda esa energía que tiene y comenzará a estar más calmado en la casa.

• Si ha descartado todas las causas, contemple la posibilidad de llevarlo con el veterinario para un chequeo y así descartar anomalías físicas no visibles. Puede que, con ese ladrido excesivo, su perro le esté avisando que algo anda mal con su salud.

• Parce, no lo deje solo por largos periodos de tiempo, recuerde que los perros requieren de su compañía para estar tranquilo y feliz.

A lo bien parce, la recomendación más importante y que siempre le haremos, ayude a su perro de la mano de un veterinario, en este caso, que se haya especializado en etología.

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